que los sentimientos de culpa se van a diluir, lo prometo
Yo haré mi parte subiéndome al caballo negro de mi padre
y partiré con las luces del alba
a pararme bajo la ventana de tu habitación oscura
la luz de la vela iluminará tu rostro en llamas
bien borracha con las mejillas encendidas
y yo me escabulliré entre los rosales sin un rasguño
que esa noche será nuestra
en el secreto a voces que nos contamos cada vez que nos vemos
sin vernos a los ojos de nuestros amantes sino
con la sombra de la inquietud cayendo profundo sobre las ganas.
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